Sé que no es normal sentirse atraído por una persona como tú, pero no me importa, no me importa…Sé que es imposible que te fijes en una criatura destinada a vagar por la eternidad para sanear su culpa, la culpa de tan aberrante genocidio.
Sé que somos diferentes, muy diferentes, tanto que me duele seguirte y me duele quererte. Quiero que me mires, que me admires, que me quieras… pido demasiado, eso lo sé, pero que le puedo hacer.Después de haber asesinado a tu padre, a tu madre, a tu hermano y a tu gente, movido por la culpa me propuse cuidarte de todos, pero no preví que yo fuera el mayor de los peligros.Alexis, no pensé que te convertirías en mi perdición, la causa por la que traicione a los de mi especie al no cumplir la misión de acabar con todo el clan de cazadores nocturnos al cual tu familia pertenecía.
Ya no puedo más, eres cruel provocándome de ese modo; que me hace quererte para mí, querer tu sangre… tu vida.
Me pierdo en ese mar marrón que me mira con curiosidad preguntándome si alguna vez envejeceré, a lo que yo respondo “No. No podre hacerlo”
Juegas con mi cabello, el color plateado de él siempre te atrajo desde que eras una bebe.
En incontables ocasiones trate de alejarte de mí, pero me fue imposible; tu sangre me llama, mi cuerpo te reclama…
Parada junto a mí, el deseo de poseerte es mucho más fuerte, más doloroso, más humano…Te atraigo hacia mí, ciñéndote por la cintura; aspiro el dulce aroma que desprenden tus cabellos y los acaricio suavemente.
Mía, mía, mía; repite una y otra vez una voz en mi cabeza sedienta de ti.Te clavo mis colmillos cuidadosamente absorbiendo esa masa de energía envuelta en tu cálida sangre.
Acaricias nuevamente mis cabellos y escucho tu débil susurrar: “Luc…”
No puedo detenerme, no quiero detenerme. El loco palpitar de tu corazón me pone mucho.Te separo cuidadosamente de mí al escuchar el agónico latido de tu corazón y te desmoronas en el suelo.
El fuego de la chimenea arde con fuerza envolviendo tu cuerpo con un brillo especial, casi mágico en medio de la oscura habitación.
-juntos hasta la eternidad… -atinaste a decir antes de exhalar tu ultimo aliento.
Sé que soy de lo peor al condenar al mismo destino que yo a un humano tan puro como tú. Soy un traidor al no matarte y en cambio te otorgo vida eterna.No sé si hice bien. No sé si hice mal. No sé que ocurra cuando abras esos ojos que extrañare cuando despiertes. No sé que futuro nos espere, pero sea cual sea estaré a tu lado.
-juntos hasta la eternidad…
Sé que somos diferentes, muy diferentes, tanto que me duele seguirte y me duele quererte. Quiero que me mires, que me admires, que me quieras… pido demasiado, eso lo sé, pero que le puedo hacer.Después de haber asesinado a tu padre, a tu madre, a tu hermano y a tu gente, movido por la culpa me propuse cuidarte de todos, pero no preví que yo fuera el mayor de los peligros.Alexis, no pensé que te convertirías en mi perdición, la causa por la que traicione a los de mi especie al no cumplir la misión de acabar con todo el clan de cazadores nocturnos al cual tu familia pertenecía.
Ya no puedo más, eres cruel provocándome de ese modo; que me hace quererte para mí, querer tu sangre… tu vida.
Me pierdo en ese mar marrón que me mira con curiosidad preguntándome si alguna vez envejeceré, a lo que yo respondo “No. No podre hacerlo”
Juegas con mi cabello, el color plateado de él siempre te atrajo desde que eras una bebe.
En incontables ocasiones trate de alejarte de mí, pero me fue imposible; tu sangre me llama, mi cuerpo te reclama…
Parada junto a mí, el deseo de poseerte es mucho más fuerte, más doloroso, más humano…Te atraigo hacia mí, ciñéndote por la cintura; aspiro el dulce aroma que desprenden tus cabellos y los acaricio suavemente.
Mía, mía, mía; repite una y otra vez una voz en mi cabeza sedienta de ti.Te clavo mis colmillos cuidadosamente absorbiendo esa masa de energía envuelta en tu cálida sangre.
Acaricias nuevamente mis cabellos y escucho tu débil susurrar: “Luc…”
No puedo detenerme, no quiero detenerme. El loco palpitar de tu corazón me pone mucho.Te separo cuidadosamente de mí al escuchar el agónico latido de tu corazón y te desmoronas en el suelo.
El fuego de la chimenea arde con fuerza envolviendo tu cuerpo con un brillo especial, casi mágico en medio de la oscura habitación.
-juntos hasta la eternidad… -atinaste a decir antes de exhalar tu ultimo aliento.
Sé que soy de lo peor al condenar al mismo destino que yo a un humano tan puro como tú. Soy un traidor al no matarte y en cambio te otorgo vida eterna.No sé si hice bien. No sé si hice mal. No sé que ocurra cuando abras esos ojos que extrañare cuando despiertes. No sé que futuro nos espere, pero sea cual sea estaré a tu lado.
-juntos hasta la eternidad…
